Cuando comenzaron los cierres de COVID, la industria de la tecnología fue la primera en hacer la transición al trabajo remoto. Muchos empleados quedaron varados en el país equivocado cuando las fronteras comenzaron a cerrarse. Al principio, los proveedores de movilidad global priorizaban ayudar a las personas a regresar a casa y preparar a los empleados para el trabajo remoto.
A medida que avanzaba la pandemia, el trabajo remoto se ha convertido en una elección más personal sobre dónde trabajar y cómo vivir. Algunos empleados pueden sentirse más cómodos en un país u otro, y la elección no se basa completamente en la salud y la seguridad. Por primera vez, los empleados han sido empoderados para estructurar sus vidas para vivir alrededor del trabajo y no trabajar alrededor de la vida.
Los empleados están priorizando encontrar un mejor equilibrio entre la vida laboral y personal al salir del pico de la pandemia. Con la mayor priorización de esa necesidad, los empleados están optando por un enfoque de trabajo desde casa. A su vez, pueden vivir en ciudades menos costosas y maximizar las oportunidades que su trabajo les brinda fuera del trabajo.
A medida que las oficinas comienzan a reabrir y el regreso al trabajo en persona comienza a avanzar, la libertad de trabajar desde cualquier lugar durante COVID es un beneficio difícil de abandonar para los empleados.
Mientras entramos en una era post-COVID, la pregunta sigue siendo si el trabajo remoto llegó para quedarse. Los empleadores ahora se están dando cuenta de que deben continuar ofreciendo algún tipo de trabajo remoto para atraer y retener talento. Sin embargo, la libertad de movimiento durante COVID debe reemplazarse a medida que los empleadores trabajan para establecer más controles para el trabajo remoto. Las autoridades fiscales y de inmigración están comenzando a examinar las políticas de trabajo remoto con nuevo vigor.
Entonces, realmente, ¿qué sigue? Con las empresas experimentando con diversos grados de trabajo remoto y en persona, ¿qué tipo de trabajo remoto resultará sostenible en el mundo post-COVID?
La respuesta corta a lo que sigue para el trabajo remoto aún es incierta. Las organizaciones están trabajando para crear políticas que se ajusten al talento que quieren atraer y al talento que necesitan retener. La solución no será un enfoque único para todos, y los empleados tampoco deben esperar un entorno de trabajo homogéneo (ni 100% remoto ni 100% en persona). El desafío será encontrar cuál será la estrategia de trabajo remoto adecuada para cada organización y que puede ir desde opciones remotas más permanentes hasta remotas temporales y / o remotas de vacaciones.
El verano de 2022 será un experimento sobre cómo operan las organizaciones en esta nueva normalidad. La gran renuncia, el gobierno y la cultura de la empresa van a jugar un papel clave en la decisión de cómo será el regreso al trabajo.
En los próximos meses, veremos de primera mano qué tendencias de trabajo remoto han llegado para quedarse y cuáles son de corta duración. Actualmente, a medida que nos acercamos a los meses de verano, los empleadores se están enfocando en obtener algunos controles en torno al trabajo remoto temporal, ya que muchos empleados prevén combinar esas vacaciones tan esperadas con el trabajo remoto. El punto de partida es el número de días de trabajo remoto que el empleador está dispuesto a apoyar y los controles que se implementarán en esos días, por ejemplo, qué países están abiertos para el trabajo remoto, todos los roles, etc.
Otro componente interesante será cómo concluye la primera ola de auditorías fiscales iniciales con respecto al trabajo remoto y el grado de flexibilidad proporcionado por las autoridades fiscales en un mundo post-COVID. Sin embargo, lo que está claro es que no será suficiente que los empleadores simplemente señalen una política de trabajo remoto, pero no puedan demostrar los controles establecidos que respaldan esa política. A los ojos de las autoridades fiscales, “con una gran flexibilidad viene una gran documentación”. Los empleadores deben estar equipados para lidiar con este aspecto de cumplimiento del trabajo remoto o este gran experimento social de la fuerza laboral resultará muy costoso.
Mientras las empresas experimentan durante el verano de 2022 para descubrir qué prácticas de trabajo se adaptan mejor a ellas, puede anticipar un consenso final a principios de 2023 sobre cómo avanzarán las organizaciones. Durante este tiempo experimental, querrá encontrar el mejor socio de movilidad global para su organización para resolver todas las complejidades de cómo será regresar al trabajo en nuestra nueva normalidad.
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